sábado, 29 de marzo de 2014

Como cangrejo, dando pasos atrás.

Una de las frases que son clichés y que la mayoría de nosotros le tememos, en especial, los varones es "Entonces, ¿qué somos?".

Bueno, pues digamos que caí en este cliché, solo que le dí la vuelta a la formulación de la pregunta. Es decir, la refresqué.

"No sé que somos pero te extraño". Lo que menos me imaginé es que me respondieran "Amigos virtuales... Sí, eso, ciberamigos". Leerlo me produjo una sensación de insipidez. Esa misma que produce el no ponerle sal a tu comida.

Mi reacción fue "Gracias por el cumplido". Y menos me imaginé que me respondieran "Es sobre la relación, no a tu persona".

Woooowww... Chispas!!! Confieso que unos minutos después de haber leído esto, comencé a sentir que el corazón se me hacía pasita.

No logro ubicar el momento en que todo dio un giro en nuestra relación que, acepto al principio fue difícil, pero al paso del tiempo, esa presión por no perder el control desapareció y ya nos mostramos como somos.

Ese día que nos vimos, fue tranquilo el plan. No fue de mi total agrado, pero la pasamos bien que es lo importante. Y unas semanas después, soy ciberamiga.

¿Debo entender que estoy un paso atrás sin yo haberlo dado? Es decir, ¿es una decisión unilateral? Lo peor, ¿debo entender que ya no hay ni siquiera ningún canal abierto entre nosotros dos que no sea el de una ciberamistad?

¿Una ciberamistad es capaz de preocuparse y estar atenta a todo lo que pasa cuando se está en una situación en la que no se está al 100%?

Lo pregunto no como reclamo, sino porque tengo la curiosidad de saber si mi concepto de lo que es una relación amistosa persona a persona es realmente erroneo. Me genera desconcierto y a la vez me cuestion sobre hasta dónde uno puede darse a otra persona.

Cierto, somos dos personas distintas. Dos personas que crecimos en mundos muy diferentes. Hoy, somos adultos que hemos ido a terapia, que hemos trabajado en resolver de la mejor forma nuestros cuestionamientos sobre la vida. Hoy se supondría que tomamos mejores decisiones porque hemos alcanzado una madurez no solo cronológica sino emocional. Y me topo con esto.

Hoy me cuestiono sobre llegar a un punto medio para que ni siquiera quien pretende querer acercarse a mi persona, siquiera le pase la idea de traicionar y no valorar lo que de este lado hay.

Mi intención nunca ha sido lastimarte, ni generar en ti peligro. Lo que yo pueda decir sé que no lo compartiras porque así eres. Lo increíble es que tú no te das cuenta de lo que proyectas a lo demás. Y sé que no estoy equivocada porque me bastó tres eventos para saber que no soy la única que tiene esta impresión de tu persona.

¿Es realmente tan grande tu miedo a involucrarte emocionalmente conmigo que por eso me tienes que dar una patada para que yo de un paso atrás en esta relación? ¿Te significo tanto que sabes que te puedes enamorar de mi y no quieres sufrir y por eso mejor escoges el camino del rechazo para que sea yo quien sufra? ¿Por qué te cuesta trabajo tener los suficientes tamaños y lanzarte a esto que te propongo que no es más que intentar?

Ni te estoy pidiendo que dure toda la vida ni que me pongas un anillo en el dedo. Solo pido el privilegio de conocernos un día a la vez. Es lo que tenemos.

Pero como buen cangrejo que eres, damos pasos para atrás. Y yo como buena aries, voy de frente ante la adversidad.

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