Bueno, pues que nos reciben en una sala con nombre de una de las colonias más representativas de la delegación: "Jalalpa". Y ahí me encuentro con la copia vil de los viejitos de los Muppets: El Ing. y el Doc. Ni puta idea de cuáles sean sus apellidos, pero con 34 años viviendo en el mismo fraccionamiento de estos dos personajes, no hace falta la presentación.
En breve charla previa a nuestro encuentro con el sr. Delegado Luna, estos excelentísimos miembros del club del Insen hicieron su presentación con los demás asistentes y como ya es sabido por los vecinos del fraccionamiento, estos dos viejitos siempre se han distinguido por hacer todo un tinglado de cualquier insignificancia.
Bueno, cuando me tocó turno para presentarme, estos señores viejitos con sus buenas maneras, osaron en interrumpirme porque yo expuse que en pleno siglo XXI, ya no era válido ni justificable decir que por que pagamos impuestos, los servidores públicos tenían que hacer su trabajo sin que nosotros, sociedad, tuviéramos también una participación, si no constante, por lo menos eventual para que se tomaran decisiones y acciones para el bien común, así como darle seguimiento a nuestras peticiones.
Pareciera que estos señores escucharon que yo canté las rolas de la Trevi al revés y decía cosas subliminales, no? Así que el Doc. me dijo "Pues me extraña que digan que no se le da seguimiento. Tengo más de tantos años que he hecho miles de propuestas y no han hecho nada estos señores". No le pelé mucho que digamos. Continué mi presentación.
Luego una vecina también del fraccionamiento hizo su presentación y la interrumpieron al igual que a mi para decirle en pocas palabras que era una tonta y concluyeron con un "Ya van 30 minutos y este señor ya se tardó"... ¿Qué onda con la actitud tan intolerante del sr. viejito?
Así que se salió a echar bronca con los asistentes del sr. Delegado y mientras aproveché a platicar con mi vecina:
Astrid: ¿Qué onda con los viejitos? ¿Quién los invitó?
Yo: Pues la convocatoria se hizo pública, pero estos son del comité vecinal y son un tumor. Llevan años ahí enquistados y no hay quien los saque.
A: ¿Y qué onda con lo que te dijo?
Y: Pues que le de gracias de que no le respondí porque si le hubiera dicho "Ah, pues qué bien que le de seguimiento a sus solicitudes. Sígale porque le quedan como 3 minutos antes de que se muera que se muera, no?"
A: Jajajajajajajajajaja... Eres una culera, jajajajajajajajaj
Y: Pues es que a mi me tienen hasta la madre estos viejitos. Pero como no hay quien se les ponga al brinco ni ven competencia, hacen lo que quieren.
Bueno, como 5 minutos después nos pasan a una sala de juntas para sacarnos fotos y que hubiera testigos gráficos de que el sr. Delegado sí trabaja. ¡Gran error y para mis pulgas! Así en voz fuerte lancé al aire un "Pero le hacen photoshop. Digo, mínimo que me quiten las arrugas y los kilos de más para que sea vea bonito en su sitio web".
Entra el sr. Delegado en acción y tal cual celebridad hollywoodense, lo habían maquillado. Eran unas chapitas tan lindas que tenía que parecían nalgas de bebé sus cachetes.
Uno a uno los pocos vecinos que estuvimos presentes fuimos exponiendo nuestras peticiones y propuestas. Unas más urgentes que otras, pero al final todo era para un bien común. Por ahí un vecino expuso su situación, la cual bastante impresionante y se percibía a años luz la impotencia que tiene el vecino al ver la indiferencia con la que las autoridades han tratado su caso. Sin embargo, yo le aplaudo que aun con toda esa impotencia, el vecino llegó con buena actitud de querer proponer y de que se le dijera en qué podía él, como ciudadano, ayudar para evitar y prevenir casos como el suyo y no como los viejitos que solo llegaron a trollear, aún con todo y educación, pero trollearon finalmente.
Mientras cada uno exponía, el sr. Delegado junto con colaboradores de la SSPDF, Setravi, PGJDF y de la delegación tomaron nota de nuestras peticiones en sus "tablets" y "smartphones" de mejor calidad que los que cualquiera de los que estabamos ahí, tenemos. Bueno, de hecho, ninguno de los vecinos llevábamos una tablet. Las notas que tomamos fueron a través de smartphones y papel.
Ahí es cuando me entra un poco de rabia, pues todos sabemos que estos aparatos cuestan una lana - para los que nos gusta hacer un esfuerzo para obtener algo, lo valoramos que a los que se los dan fácilmente - y que si se compran es con cargo al erario, pero sobre todo, porque estos aparatos no se regresan sino que se los quedan, por lo que la siguiente administración volverá a pedir una partida bajo el concepto de "Equipo de trabajo"... Ah, y claro, esto de los "Equipos de trabajo" solo permea a los colaboradores más cercanos porque los de más bajo rango les pueden decir "Ahí pa'la otra", pero les exigen sacar el trabajo porque son servidores públicos, no? Este es México.
Hoy, leyendo una columna de John M. Ackerman en "La Jornada", hay párrafo que me pudo encantar: "Y si también se sumaran los integrantes del gabinete y otros altos funcionarios públicos, por ejemplo los ministros de la Suprema Corte de Justicia y los Consejeros del Instituto Federal Electoral, tendríamos un significativo ahorro en el erario. El presupuesto federal se beneficiaría aún más, y se podrían evitar completamente los recortes ya planeados por la Secretaría de Hacienda, si se acompañara esta iniciativa con un nuevo impuesto sobre la riqueza a las fortunas más grandes". Todo esto a propósito de una reciente manifestación de jóvenes en León cuando el Presidente Enrique Peña Nieto estuvo ahí y donde a través de pancartas, hicieron; más allá de una protesta, propuestas muy inteligentes como el de retar al sr. Presidente a vivir con el sueldo mínimo o el gasto indiscriminado de dinero en cosas que no son prioritarias a los ojos de los ciudadanos.
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